El día 3 de marzo la
comisión de comedor realizó una de sus visitas periódicas al comedor del centro para comprobar la calidad del servicio. Su experiencia ha quedado plasmada en el siguiente informe:
Como hacemos
habitualmente, durante el primer turno de comedor observamos el funcionamiento
del mismo:
En primer lugar, el
equipo de cocina se encarga de colocar las mesas y los bancos de los dos
comedores.
Después, en el ‘comedor de los pequeños’, que es el que utilizan los niñ@s de 3 y 4
años, completan y distribuyen las bandejas para que cuando lleguen los niñ@s
con las 4 monitoras que los atienden tengan todo listo para empezar a comer.
Estas monitoras se
encargan de cortarles la carne o el pescado, vigilar que coman correctamente,
ayudarles en el manejo de los cubiertos, pelar y cortar la fruta, etc.
En la última visita
el postre fue yogur y las monitoras se encargaban de abrir los recipientes para
que no se derramase el contenido.
En este comedor no
suele haber alboroto y tiene un funcionamiento muy estudiado.
El ‘comedor de los
mayores’ es otra cosa….
Los alumnos de sexto
se encargan, junto con varias monitoras, de preparar las
bandejas del resto de compañeros. Así, en turnos de 6 alumnos colocan el pan, el vaso de agua y los
cubiertos.
Las cocineras sirven
la comida en la bandeja y las monitoras colaboran acercando las bandejas con la
comida a las mesas.
En este caso muchos
de los niños y niñas son capaces de cortar la carne o pescado y de pelar y
cortar la fruta, aunque si alguno necesita ayuda las monitoras se prestan a
ello sin problema.
El alboroto en el
comedor de los mayores es considerablemente superior al comedor infantil.
Durante nuestra última visita el director nos mostró el uso del ‘semáforo del
comedor’. Se trata de un
semáforo que se pone verde si los niños están casi en silencio o hablando muy
bajito, ámbar cuando sube el volumen de las conversaciones y se pone rojo y
emite un pitido, que en algunos momentos es inaudible, cuando los decibelios de
las conversaciones alcanzan un nivel muy alto.
Una vez que terminan
de comer cada uno se hace cargo de recoger su bandeja. Si quedan restos de comida se vierten
en la basura, los cubiertos y vasos van a unos cubos que se colocan en un
carro y las bandejas se apilan
ordenadamente en otro carro para desplazarlas hasta la cocina.
Ya finalizada la
comida las monitoras abandonan el comedor junto con l@s niñ@s y salen a jugar
al patio.
El equipo de cocina
se encarga de fregar y disponer las mesas para el segundo turno del comedor de
mayores. En este último turno comemos nosotras y siempre cuando han terminado de servir las bandejas de l@s
niñ@s.
La dinámica es la
misma en el segundo turno que en el primero.
El día de la visita
comimos:
De primero espagueti con salsa de tomate, chorizo y
jamón. La pasta estaba en su punto y la salsa también. La comida llega a la
mesa en las mismas condiciones y cantidad que en el primer turno.
De segundo merluza rebozada con lechuga. Estaba jugoso,
muy bueno al paladar y sin espinas.
Tanto el primer plato
como el segundo llega caliente a las mesas.
De postre yogur, a elegir de sabores o natural.
Tanto en esta visita
como en las anteriores las raciones son adecuadas a los niñ@s y en el caso de
que alguien quiera repetir hay suficiente comida como para que esto sea
posible, tanto del primer plato como del segundo.
Hasta el día de hoy
podemos afirmar el comedor de nuestro centro funciona dentro de la normalidad y
la comida es excelente.
Damos las gracias a Chus e Isabel por el trabajo realizado. Su valoración se completará con una encuesta que realizará la AMPA a los usuarios del comedor para conocer su grado de satisfacción.